
Ayer, luego de sufrir largo tiempo por pensar en que el tener 3 inviernos seguidos me dejaría sin muchas cosas de un año normal; ya había sucedido con un cálido año nuevo, y el placer de lanzarse bajo una ola en la playa o muchas más. Pero una de las que mas me aflijia (exceptuando las humitas y los pasteles de choclo que me han congelado) eran las Sandias. Pensar tan solo que en un año entero no comería ese exquisito fruto de corazón rojo y jugoso.
Una vez hablando con la madre, un domingo mientras yo dormitaba la siesta y en casa se preparaban para almorzar todos juntos en familia, ademas de la pena por no estar ahí, pena y tristeza me dio saber que el gran Robert había llegado al almuerzo con una Sandia, y uff, quería con ansias comer sandia, y uff.. no logro poder expresar lo que es no comer sandias; icono veraniego. Pero.
Ayer, luego de sufrir largo tiempo, me di cuanta que trabajaba en un hotel, que si bien no es un gran ni costoso hotel(para aquí) si tenían presupuesto para traer frutas novedosas en cuanto a la estación. Y.
Ayer, luego de sufrir largo tiempo, guardaba el pedido en el almacén, y en esas veo algo redondo y verde, y en mi interior reflexionaba pensando que era aquello, hasta que es un segundo de click mental... ¡SANDIA!.. y ala!! que buena estaba.
Hoy, después de ayer, luego de sufrir largo tiempo, siento de nuevo la vida bien!.. ya sentí el cambio, llego la primavera!..